Juntando letras (frases sueltas)
Un aullido triste nos acompañó mientras dejábamos atrás el pueblo. Sara y Nikki apenas trinaron ni maullaron en la primera hora de viaje. Agradecidos y abrumados, nos íbamos quedando sin pretextos ni coartadas. Y sí, también estábamos entusiasmados, aterrados, seducidos, frenéticos, impacientes e histéricos. Nikki vio de lejos a Anna, y sus ágiles piernas de perdiz la llevaron veloz a sus brazos extendidos. Hay amores que brotan así, directamente de la tierra, instantáneos, imparables.